11/05/2017.
Hace ya más de seis años largos, que cogiste un avión de ida a Perú, que jamás tuvo fecha de retorno. En todo este tiempo, te convertiste en “la madre” de todas las españolas que tuvieron la desgracia de cruzar las puertas del penal de Chorrillos, haciéndolas que esos primeros días de lagrimas y tristezas, no sintieran soledad. Allí dentro viviste momentos muy tristes, como la muerte de alguna compatriota, pero también de felicidad, como cada vez que una de ellas regresaba a nuestro país.
Para colmo de todos los males, no solo tuviste que luchar con todo lo que allí se vivía, sino que además tu estado de salud se convirtió en otra condena todavía más dura que la que te impuso un juez. Muchas son las instituciones que se movilizaron estos años en ambos lados del Atlántico, para que esa maldita enfermedad, no te impidiera cumplir tu sueño de volver algún día ver a tu niña, hoy ya una mujercita.
Por eso Carmen, cuando esta semana el gobierno peruano te concedió el traslado a España, nos hizo felices, muy felices, ya que tú significas el fin de una época, que esperemos nunca se repita.
No nos olvidamos de nuestros compañeros españoles en cárceles extranjeras.