Cuando a principios de este año, José, un asturiano de más de 60 años, fue detenido en una localidad al norte de La India llamada Maharajganj, empezaba una pesadilla por varios motivos, las condiciones humanitarias dentro de las cárceles de aquel país y la lejanía de aquella ciudad, ya que Nueva Delhi esta a casi 1000 kilómetros de allí.
Después de buscar durante meses a españoles que vivieran cerca de aquella zona para poder visitarlo, y con una familia en Asturias, que nos llamaba todas las semanas pidiéndonos ayuda, el pasado 12 de octubre, gracias a las redes sociales y a la voluntad de mucha gente de querer ayudar sin otra recompensa que la de sentirse útil por ello, se produjo el milagro.
A través de Facebook, nos llegó un mensaje ese día, de tres chicas, educadoras sociales de Barcelona, que estaban cruzando ese país, y se ofrecían para poder visitar y ayudar a los españoles que allí se encontrasen. Cuando las dijimos la existencia de José, sólo hubo un pequeño problema, y es que ellas pasarían a más de 600 kilómetros de allí, lo que significaba casi dos días de viaje por las carreteras indias.
Pero la voluntad de estas auténticas HEROÍNAS, por ayudar a «nuestro» asturiano en el fin del mundo, hizo que no se lo pensaran dos veces y decidieran poner rumbo a Maharajganj. Mientras ellas llegaban, empezaba nuestra labor de buscar contactos en aquella prisión, para que una vez allí, pudieran entrar y darle un abrazo, que como en todos los casos es lo más necesitado, a parte de medicinas y alimentos.
Hoy, Cristina, Paula y Aina, son las únicas que habrán podido ver la cara de asombro de José, cuando se haya acercado por ese pasillo oscuro y haya visto, cómo tres HEROÍNAS, decidieron cambiar el rumbo de su viaje, por poder llevarle ayuda y esperanza, a alguien que pensó que lo había perdido todo. Hubo risas, lágrimas, abrazos, preguntas, muchas preguntas, pero sobretodo hubo humanidad, algo que por desgracia estamos escasos hoy en día.