No todo son malas noticias ni duras historias para nosotros, aunque por desgracia suele ser lo más normal, puesto que la dureza que viven los españoles presos en el extranjero hace que normalmente las informaciones que demos no sean precisamente buenas.
Pero hay días en los que todo es diferente, en los que después de haber seguido un caso desde el principio, desde que unos padres angustiados nos comunicaron la detención de su hija, y nos explicaron como la desesperación económica y dos niñas a las que dar de comer , habían arrastrado sin que ellos lo supieran a su hija a cometer el primer delito de su vida, y encima en el extranjero, por lo que el disgusto pasa a ser desesperación, después de que como en muchos casos el juicio tardara una eternidad y que la sentencia enculpatoria pareciera que no iba a llegar nunca, pues ya llego el día.
El día en que podemos enviar los papeles para solicitar el traslado a una cárcel española, el primer día de esperanza para unos padres que ya casi la habían perdido, el día en que ella solo piense ya en volver, el día en el que unas niñas vayan al cole pensando que su mama va a volver a España después de haber estado «trabajando» en el extranjero como las dijeron los abuelos, hoy es el día en que se ve una luz al final del túnel de alguien que no conoces y que ya es parte de nuestra familia, hoy si, HOY TOCA SER FELICES.