Los reclusos españoles en Tailandia reciben apoyo de los consulados y de fundaciones como +34: «Con nuestros voluntarios españoles les visitamos periódicamente y les aportamos ropa, medicina, alimentos… Con una infección bucal, en menos de dos meses en estas cárceles te puedes acabar muriendo. Intentamos paliar los déficits sanitarios y humanitarios que tienen esas cárceles».