Una de las cosas más importantes que hemos aprendido en este tiempo, es que de esto no se sale solo, y son muchos los apoyos necesarios para que alguien que cayó en el mayor error de su vida, pueda levantarse y volver a encarrilar su vida.
El mayor apoyo para un español preso en el extranjero es en primer lugar no sentirse solo y abandonado, ni por su familia ni por su país. La primera recomendación que damos siempre a los familiares que contactan con nosotros, es el no sentirse avergonzados ni esconderse para pedir ayuda y así mejorar las condiciones de vida de su ser querido. La soledad es seguramente uno de los enemigos más difíciles a batir y sólo con el apoyo de todos los suyos podrá superarlo, ya habrá tiempo para reproches, si les hubiera.
¿Qué podemos hacer el resto? No hay región ni ciudad de España en los que esta lacra no haya afectado, y seguramente muy cerca de tu casa, una familia estará sufriendo esta situación. Es por eso, el sentirse arropado y querido por todos es fundamental. Nadie pide la libertad o el no cumplimiento de sus penas, pero sí el poder hacerlo en un centro penitenciario de nuestro país.
Gestos como el del portero del Real Madrid Iker Casillas y del Éibar Jaime Jiménez donando su camiseta para apoyar a un chico catalán encarcelado en Perú, o la del novelista Arturo Pérez-Reverte dedicándole el último de sus libros a un ciudadano madrileño que estuvo en una prisión de Bolivia, no hace más que corroborar que esto es un COMPROMISO DE TODOS.
