Pocas veces podemos poner buenos momentos o buenas noticias, porque por desgracia son muy pocas las que llegan a nosotros. Pero la semana pasada, tuvimos uno de esos días en los que todos los que estamos en la Fundación nos sentimos felices y orgullosos de nuestro esfuerzo y nuestro trabajo.
Tuvimos la suerte de reunimos con más de 30 familiares, venidas de todas las regiones de España, que tienen algún ser querido encarcelado en Sao Paulo, para poder presentarles a la persona responsable de los españoles encarcelados en aquel Consulado, Jaime Arderius.
Para cualquiera de los familiares, Jaime es (como dijeron) uno de ellos. Su dedicación, esfuerzo, empatía y comprensión hacia todos, han hecho que este joven madrileño sea para nosotros un claro ejemplo de cómo tiene que trabajar la persona que lleve el departamento de detenidos en un Consulado español.
La reunión valió para saber cómo están los seres queridos que todavía están allí, cómo están los expedientes de traslado, cómo poder ser mas ágiles con los envíos de ayuda, etc. En definitiva, poder resolver dudas de todos los que estaban allí.
El aplauso que al finalizar la reunión le dieron todos los presentes, es la mejor manera de reconocer el merito y el cariño demostrado hacia todos, así como un trabajo ejemplar, de un español ejemplar.
Gracias también a los responsables de El Defensor del Pueblo, por dejarnos las instalaciones para la cita.
