Hace unas semanas, se producía uno de los momentos por los que tanto hemos luchado todos los miembros de la organización, y por el que el esfuerzo a merecido la pena.
A las 5:10 de la mañana del pasado 25 de junio, se abrían las puertas de llegadas de la T2 en Barajas, y apareció nuestro protagonista, asustado, con los ojos abiertos, y descubriendo un mundo que a sus tres años, cualquier niño español conoce. Y es que el niño Jairo, ayer por fin piso nuestro país, su país.
Porque después de toda la pelea que hemos dado, nos sentimos muy orgullosos de que este maño (pese haber tenido la desgracia de nacer en una cárcel de Lima), puede saber lo que es ir a la escuela, tener un amigo, ir a un parque o tomar un helado. Porque siempre nos negamos a que por un delito cometido por su madre, el fuera quién pagará las consecuencias.
Ahora que empiezas una nueva vida Jairo, te diremos que gracias a mucha gente que no conoces y que nunca conocerás, pudiste volver a ser un niño más. Hoy te diremos lo que lucho El Defensor del Pueblo, lo que se movilizó El Heraldo de Aragón, la cantidad de llamadas y visitas que te hizo Martín Castillo, los juguetes que te llevaron Antonio y Manolo, y el madrugón que se pegaron Nuria y José María para irte a buscar al aeropuerto y llevarte a Atocha. Y todo a cambio de tu sonrisa.
Gracias Jairo, Gracias Campeón.